RITMOS
DIARIOS,
SEMANAL, MENSUAL Y ANUAL
Autora: Michaela
Glöckler
¿Por qué es
particularmente importante trabajar con los ritmos en la temprana infancia?
Porque por un lado todos los procesos vitales tienen ritmos específicos y estructuras
temporales y por otro lado, el orden rítmico de las funciones todavía no está
desarrollado en los niños y necesita se creado y estimulado.
Los seres humanos con sus funciones intelectuales
autónomas son capaces de aislarse de su ambiente natural y orígenes e ignorar
grandemente los ritmos que portan la vida. Eso puede llevar a una gran variedad
de condiciones patológicas y estados de cansancio, cuando los seres humanos van
contra el orden rítmico de sus funciones por a años y años, de modo que los limites
de elasticidad son sobrepasados y el
sistema colapsa. Por otro lado, el cuidado considerado de los grandes ritmos
puede preparar y desarrollar la
habilidad del organismo para lidiar con las demandas de la vida.
¿QUÉ ES LO
ESPECIAL EN DAR UNA ESTRUCTURA RÍTMICA TEMPORAL?
Con el ritmo,
procesos semejantes son repetidos en condiciones comparablemente semejantes.
Nuestra respiración es un modelo de ritmo – ninguna respiración se asemeja a la
otro en cuanto a profundidad y duración, si uno lo mide exactamente. Cada respiración es semejante a la anterior.
Los ritmos
siempre equilibran los opuestos polares. Donde se encuentren los opuestos en la
naturaleza, los ritmos pueden regular la situación. Así los ritmos vistos en un
“mackarel sky” indican las áreas de alta y baja presión que yace cerca de cada
una de ellas. Nosotros vemos las líneas de las ordenadas rítmicamente en la
arena de la playa cuando el agua fluida encuentra la tierra firme. En el mismo
sentido, movimiento y descanso, opuestos
polares, son llevados en un equilibrio rítmico en nuestra respiración.
Los ritmos son
la base de cualquier proceso de adaptación. Porque ninguna repetición rítmica
es exactamente la misma que la que la precedió, pero siempre existe un
juego sutil en torno a la media, con procesos rítmicos capaces de una
adaptación elástica. Un rígido pulso, por otro lado sería totalmente
inflexible, bastante incapaz de equilibrar o integrar algo.
El ritmo desplaza
energía. Cualquier cosa que ocurre de
manera regular necesita menos energía que
cuando ello ocurre fuera de un tiempo habitual o circunstancias
regulares, como un evento inesperado.
Las actividades
hechas rítmicas y regularmente llevan a la creación de hábitos. Ellos son la
estructura de apoyo básica en todo el desarrollo del carácter y la
personalidad. Si nosotros adquirimos hábitos de horarios de comer y dormir
regulares, si estamos habituados a organizar el día de manera efectiva, de modo
que trabajo y juego, tensión y relajación están en una buena relación, estamos
bien equipados y somos capaces de enfrentar el stress de la vida diaria. Más
tiempo dependamos mayormente de las circunstancias externas o de nuestras
inclinaciones momentáneas, no teniendo nuestro propio tiempo, estamos
fácilmente en peligro de sobreestimar nuestras capacidades en lidiar con las
demandas y llegar a un estado de agotamiento. Nos hace falta la elasticidad,
necesaria para la adaptación, el poder permanecer en paz y un sentido de los
parámetros saludables de la vida.
En cada
repetición nosotros entramos concientemente a fortalecer la voluntad y también
nuestra disposición para actuar.
Es a través de
los ritmos que la naturaleza que el hombre se relaciona con el cambio de
estaciones, con la secuencia de día / noche y los muchos y diferentes
movimientos de los planetas en contraste con el paño de fondo de las estrellas
fijas. Todos los ritmos y relaciones numéricas que regulan el movimiento de los
planetas en nuestro sistema solar pueden ser encontrados en los procesos
vitales de las plantas, animales y hombres, indicando el origen común y la
interconexión de la vida en la conocida creación.
El estudio de
los ritmos biológicos y estructuras temporales se ha desarrollado en área
específica de la investigación solo en el s. XX – la cronobiología, seguida
posteriormente por la crono medicina y la crono farmacología. Los párrafos siguientes dan una idea general
de los principales ritmos que sostienen los procesos vitales.
TRABAJANDO CON EL RITMO DIARIO
Todo lo que ocurre con una regularidad tan bella en
los adultos, sincronizados por el sol, como donante del tiempo – el ritmo de 24
horas de la curva térmica (0,5ºC más bajo en las mañanas que en las noches),
las variaciones circadianas de los niveles de azúcar en la sangre, diferentes hormonas,
sales sanguíneas y otros procesos metabólicos – en el recién nacido todavía no
tienen el ritmo ni están sincronizadas. El desarrollo de la máxima y mínima
típicas en la alternancia día / noche debe ser primeramente aprendido.
La forma en que “el sistema rítmico del infante” –
todavía tan abierto y dispuesto al aprendizaje – toma la impresión de las
muchas y pequeñas actividades involucradas en el comer, cuidado corporal, en el
juego y el dormir, determinarán la estructura, elasticidad y adaptabilidad de
ese sistema en la vida posterior. Para todos los órganos, especialmente para
los digestivos y metabólicos principales, cada uno de ellos debe ser armonizado
en sus funciones y necesitan aprender a trabajar juntos de la mejor manera
posible. La mayor regularidad posible en el patrón diario de horarios de
alimentación y sus intervalos, actividades y el dormir, es vital en ese desarrollo. Es así una ayuda
para el desarrollo del ritmo de 24 horas, tener el cuidado especial en tomar al
niño en la mañana, colocarlo a la noche en la cama, haciendo el esfuerzo máximo
de hacerlo a la misma hora. Eso puede
ser realizado con una canción matinal y mirando juntos la ventana; mientras que
en la noche puede uno comenzar con encender una vela y cantar algunas notas, tal vez
acompañados por una lira o cantele – pentatónico de ser posible – concluyendo
con una breve oración al acostarse y diciendo buenas noches.
La forma de cada
día, que más claramente sea dado en el curso de semanas y meses – estando en la
casa en la mañana cuando el trabajo doméstico es realizado, llevado afuera en
un cochecito – más definitivamente el niño experimentará el curso del día y la
diferencia entre el día y la noche, siendo capaz de reaccionar a ello con todo
su organismo.
RITMO SEMANAL
Los nombres de los días de la semana todavía nos
cuentan acerca de su relación con los planetas en el cielo en tiempos antiguos
– incluyendo la luna con su órbita en torno a la tierra.
SUNDAY - DOMINGO
- SOL
MONDAY -
LUNES - LUNA
TUESDAY – MARTES –MARTE
WEDNESDAY – MIÉRCOLES – MERCURIO
THURSDAY – JUEVES –JÚPITER
FRIDAY – VIERNES – VENUS
SATURDAY – SABADO – SATURNO
Los planetas se ven diferentes en el cielo –
Saturno tan lejano e insignificante en apariencia, Júpiter claro y brillante,
Marte con su luz roja flameante, Venus con su cálida irradiación en el cielo de
la mañana y noche, Mercurio que se presenta delicada y brevemente en el
amanecer o crepúsculo, la Luna con su forma luminosa en constante cambio y el
Sol, el más grande y luminoso de todos ellos. Podemos experimentar y apreciar
la cualidad de los días de la semana de una forma similar. La investigación ha
demostrado que el ritmo de 7 días es reactivo y muy importante para los
procesos de adaptación y sanación. Recomendamos dar a la semana una forma
rítmica específica, de modo que el ritmo de siete días sea también respaldado y
se establezca como una base para la reacción flexible al stress y daños de todo
tipo.
Entonces el
domingo puede ser tomado como un día festivo – un desayuno cómodo, tal vez con
alguna canción o algo leído en voz alta. Los otros días de la semana también
pueden tener su canción matinal especial o un carácter especial a través de
planes o actividades específicas. Las diferentes obligaciones pueden ser diseminadas a lo largo de la semana, de modo
que pequeñas actividades culturales puedan ser hechas regularmente –visitar o
recibir visitas, lectura en voz alta, contemplación de imágenes, o hacer
música-generando que se esperen, dando a cada día su nota especial. Las
personas se han emancipado cada vez más de los ritmos semanales, mensuales y
estaciónales en los últimos siglos. La irritabilidad creciente y falta de
energía (síndrome de burn out) hace evidente que la pérdida de ritmo y
timing socava nuestra salud.
“Tener tiempo” empieza con dar atención conciente al tiempo, llevando sus
secuencias e intervalos en un ritmo alterno entre diferentes actividades y
pausas. Lo mismo se aplica para el cultivo de la religión y vida meditativa. La
regularidad del trabajo interior, con un ritmo diario o más largo, es el
secreto si uno quiere crear el potencial para el desarrollo de la fuerza
interior. Deberíamos también mencionar que desde el punto de vista crono
biológico, una semana de seis días es preferible a una de cinco días para los escolares.
RITMO MENSUAL
Es bien sabido por la medicina de rehabilitación en
los Spa, que el valor recuperativo de un período de cuatro semanas es
significativamente mayor que el de una estadía de dos a tres semanas. También
se conoce que alguien que está realmente agotado necesita de dos a tres meses
de convalecencia y que una pausa de cuatro semanas generalmente no lo
restablecerá. El ritmo mensual ha probado ser el ritmo de recuperación en un
nivel más profundo, y también en establecer hábitos y ganar estabilidad. Se
necesita por lo menos cuatro semanas para que un nuevo hábito sea “fijado”. Ese
hecho ha sido utilizado en las escuelas Waldorf donde las clases principales
son dadas en la medida de lo posible, en bloques de cuatro semanas.
Trabajar con el ritmo mensual puede involucrar lo
siguiente: mirar concientemente las imágenes de un calendario, cantar músicas
para los meses, observar la vida en el cambio de estaciones y las actividades
de agricultura y jardinería asociada con ellas. Nuestro vestir también cambia
con los meses.
Nuestra recomendación para las vacaciones es: si
fuera posible tomar en cuenta un ritmo de cuatro semanas; vacaciones cortas
para los niños no son recomendadas si ellas son para recuperación. Un adulto
puede ser estimulado y ayudado a pensar en otras cosas, pero para los niños
vacaciones cortas tienden a ser más bien un esfuerzo. Es común para ellos
enfermarse al volver a casa o enfermarse durante las vacaciones.
RITMO ANUAL
Le toma 9 meses y 3 después del nacimiento al infante
la maduración de su cuerpo físico como para que le niño pueda focalizar en las
cosas y tomarlas. Requiere de un año más después para ser capaz de caminar y todavía otro para poder hablar. Entonces
necesita otro año para poder usar sus propios pensamientos. El cuerpo físico,
entonces, sigue desarrollándose en ritmos anuales y recibe estímulos del clima
y la luz de los cambios de las estaciones. Las enfermedades infantiles muestran
también típicos cambios de altos y bajos en el año. Adaptarse a un lugar lleva
aproximadamente un año; una vez que uno experimenta por segunda vez una
estación en el lugar, uno se empieza a sentir en casa. Una vez que uno ha
estado allí durante siete años, uno comienza a sentirse un nativo. Entonces, es
una buena tradición el celebrar los
aniversarios de esos eventos históricos, cumpleaños y los festivales anuales.
Con estas palabras queremos alentar a los padres a
hacer algo para desarrollar una nueva cultura que tome nuevamente en
consideración a los ritmos anuales. El premio a sus esfuerzos será la salud
futura del niño y su habilidad a manejar mejor el stress.
EL AÑO PLATÓNICO
Los elementos básicos de las funciones rítmicas del
organismo están interrelacionadas. Los ritmos del Sol y la Luna son los grandes
reguladores del tiempo (día; semana: un cuarto del ritmo lunar; mes: ciclo
completo desde luna llena a luna llena), acompañado de los ritmos planetarios,
se reflejan en los ritmos que regulan las funciones vitales de las plantas,
animales y seres humanos. Algo que realmente nos toca profundamente es el hecho
de que nuestro ritmo respiratorio, que se relaciona armoniosamente con los
latidos del corazón, no solamente media entre el refrescante aire en torno
nuestro y el aire que usamos en el organismo, sino que también está en armonía
interna con el progreso del Sol a través del Zodiaco. De acuerdo con antiguos
cálculos, el equinoccio de primavera tarda 25.920 años para moverse en el
zodiaco (Año Platónico). Si prestamos atención en el número de respiraciones
por minuto cuando descansamos, que son 18 por minuto y calculamos cuantas
serían por día, el resultado es exactamente 25.920 (18 respiraciones x minuto =
18 veces 60 = 1080; multiplicado por 24 uno obtiene 25.920).
Este sorprendente hecho nos hace despertar al hecho
de que la vida en el macrocosmos sigue el mismo orden rítmico que la vida en el
microcosmos del organismo humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario